¡Atención... Nah, entra sin miedo!!! Si has visto el capi, aquí no hay spoiler que valga!!!
A ver, a ver, un momento, reflexionemos... ¿Qué clase de mentes calenturientas entran a leer un mensaje con este título? :O Bueno, es igual, ahora te quedas y me lees, por marran@!!! :P
Primerísimamente, sé que toca aclaración: siento muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo no haber escrito más crónicas en este tiempo, pero digamos que desde el set nos sugieren, nos comentan, nos piden, nos observan, nos vigilan, nos... nos... en fringe, que nos tienen atados de pies y manos y como digamos “mu” nos las cortan. De manera que voy a tener que compensaros con crónicas post-episodio. Y empezamos con ésta!!! :D
Imágenes no hay... ya lo siento, pero ni siquiera me llevé la cámara de fotos. Intentaré
ser visualmente descriptiva ;)
Supongo que todos recordáis aquel aviso de rodaje en el que ponía bien
grande que “dos actores se fundirán en un beso en medio de la calle”.
Vale, ¿qué hace una fan-set-hunter en estos casos? Aquello más que un
aviso de rodaje era un “como no vayas es pa colgate, pegate, escupite y
matate”. Y como yo sé captar las sutilezas y las indirectas, me cogí el
bus y me fui a Downtown. Aclaración y acotación: iba a ser un rodaje
nocturno en enero en Vancouver. Esto significa que... Atenea cogió el
armario y se lo puso encima, literalmente. En el bus ocupé dos asientos,
luego bajé la calle rodando y cuando llegué al bar donde (por supuesto)
estaba el resto del equipo internacional de fringefans, me puse a
quitarme capas como las cebollas. Incluido el momento lágrima, pero de
la risa, porque allí parecía que lo que se iba a rodar era un anuncio de
neumáticos Michelín.
El caso es que allí nos reunimos a la espera de que lo prepararan todo y
empezaran a grabar. Pero esperamos dentro, al calentito. Y vimos cómo
iluminaban bestialmente la calle de extremo a extremo, incluidos
globitos que nos sobrevolaban... Todo muy guay, muy “vamos a grabar la
escena del milenio”. Y efectivamente, eso parecía. Así que cuando ya
estaba todo más o menos preparado, nosotras, valientes e insensatas,
decidimos salir fuera a ver si cogíamos un buen sitio para ver.
Allí estábamos charlando alrededor de Gassy Jack, y el pobre nos miraba con cara de “están locas como cabras”. Muy cierto, porque pronto empezamos a inventarnos bailecitos absurdos para intentar devolverles la vida a nuestros pies. Luego nos enteramos de que aunque hubiéramos convertido la calle en un tablao flamenco, es que hacía -17ºC y claro, contra eso hay poco que hacer...
Poco... pero algo hay. La emoción y la adrenalina ayudan bastante. Y esto fue en parte gracias a que de pronto vimos aparecer a Joel Wyman en persona, con su abrigo reflectante. Una de las chicas gritó “Joel!!!”, todas nos giramos a mirar al mismo tiempo y entonces ya ni tablaos, ni bailes ni frío ni ná de ná. Era JOEL!!! Pero lo mejor de todo es que nos miró, reconoció a un par de las chicas, se lo pensó medio segundo y se vino a hablar con nosotras y con nuestro adorado Gassy Jack. Y allí, de tertulia improvisada, estuvimos charlando con él un buen rato sobre temas como:
Pregunta: ¿qué te parece que la serie tenga una audiencia tan baja en EEUU?
Joel: (previa cara de: qué te puedes esperar de los americanos?) ya sabemos que la ciencia ficción no es el género favorito en América y claro, nos arriesgamos, pero la diferencia con series como Perdidos era que ésta nos la vendieron como no-ciencia ficción al principio, pero Fringe empezó siendo así... Pero en realidad no lo es, porque es una historia de amor, de un padre que hace cualquier cosa por su hijo, y de cómo Peter y Olivia se enamoran y lo que son capaces de hacer el uno por el otro y blablablá
Pregunta: ahora mismo aquí tenemos a una chica de Alemania, otra de España, otra de Brasil, de Inglaterra, de Australia... ¿qué te parece que no se tenga en cuenta a los millones de fans de todo el mundo a la hora de medir el éxito de la serie?
Joel: :O nosotros sabemos cuánta gente nos sigue y estamos súper agradecidos, pero la audiencia es la audiencia y la pela es la pela y si no es rentable, entendemos que no quieran seguir, pero estamos seguros de que vamos a hacer otra temporada, y blablablá
En fin, lo de siempre, pero allí, en persona. Y yo aproveché para darle las gracias de parte de los fanses españoles, que somos unos cuantos y él dice que lo sabe y que “wow, gracias a vosotros” y que en España tenemos buenas producciones (sí, eso dijo, no me lo invento). Total, que nos contó un montón de cosas, nos dio las gracias mil veces y nos intentó convencer de que sí va a haber 5º temporada y de que el final de ésta v a ser de morirse y resucitar para volver a verlo otra vez.
Allí estábamos, pasando frío, charlando... cuando de pronto se nos acerca el chico majo que desde ese día ya es nuestro amigo querido del alma y nos suelta, así, sin anestesia, un “chicas, ¿queréis ser extras?” Claro, si os ponéis en nuestro lugar... Extras, pfff... qué pereza, con el frío que hace, lo calentita que estoy yo ahí dentro del bar, esta escena que tampoco es que vaya a ser gran cosa... Pero claro, nos miró con esa carita de cordero degollao, de “por favor, hacedlo por mí” y Joel ahí al lado, asintiendo, metiendo presión... pues ¿qué vamos a decirle? Que bueno, que vale, pero porque eres tú y ya te pediremos algo a cambio :D
La verdad es que mataron dos pájaros de un tiro los jodíos: tienen a los fanses contentos (contentas, dando botes de lado a lado de la calle y besándole los pies a Gassy Jack) y se aseguran que, al menos por nuestra parte, no va a haber spoilers ni fotos ni nada. Y eso nos lo repitieron otras mil veces: silencio absoluto, secreto total, te cierras la boca con doble candado y tiras la llave al Pacífico. Y eso hicimos. Y luego se nos acercó la chica de vestuario a ver si todas íbamos correctamente vestidas, y nos dejaron entrar a la zona reservada para los Extras, ¿por qué? Porque éramos extras!!!!!!!!!! Que vale, que les hicimos el trabajo gratis, pero... que éramos extras en Fringe!!!!!!!! ¿Y qué hay más emocionante que eso? En aquel momento, absolutamente nada.
Pero todo tiene una parte mala, y a otra Fringegirl y a mí nos pusieron tapando el cartel de un restaurante, ahí, de pie quieto. Y claro, no te puedes girar a ver qué está pasando, así que nos perdimos un buen trozo / por lo menos cuatro o cinco tomas (eso sí, sólo de los dos segundos en los que Olivia llega con el coche) / mínimo una hora. Decir que se nos congelaron hasta las ideas es quedarse bastante corto. No, lo que pasó técnicamente fue que los del bar de al lado venían a arrancarnos pedacitos para que les refrescáramos el cubata. Yo casi pillo una bizquera intentando girar la cabeza sin que se me notara mucho para mirar de reojo cuando gritaban “acción”. Y luego así por lo bajo, con el típico gesto de “no, aquí estamos delante de este cartel tan ideal esperando a una amiga” y la típica boca de “sin despegar los labios mucho te voy a ir narrando lo que pasa”, nos fuimos contando lo poco que veíamos y, fundamentalmente, nos reímos una barbaridad.
Después de aquello se mudaron las cámaras a grabar planos bonitos de carreras en medio de la calle, abrazos varios, primeros planos y demás y ya pudimos quedarnos a verlo tranquilamente. Y así fue como vimos a Josh a punto de resbalarse y desnucarse contra el bordillo por culpa de la nieve de la acera, y a Anna la pobre dando saltitos de frío mientras las chicas de peluquería le arreglaban la coleta que se le deshacía siempre que Josh la abrazaba, y a cada uno soportando el frío como buenamente podían. Los pobres se lo curran, de eso no hay duda. Y además de buen humor, ¿qué más quieres? Josh, como siempre, haciendo de las suyas, soltando bromas y carcajadas por todas partes. En una de esas, así, como quien pasa junto a un grupo de fanses cualquiera, se nos acercó y nos saludó tan feliz, “qué de tiempo sin veros” “bienvenidas” “espero que lo estéis pasando bien” y olé. Joel, también como el que va a pasar junto a nosotras de camino a su monitor, se paró y nos preguntó qué nos parecía. Una de las chicas dijo “es muy bonito, pero seguro que es un sueño” y él contestó “no es un sueño, pero no os voy a decir en qué universo estamos”. Cómo les gusta hacernos sufrir... Lo bueno es que le enseñamos un nuevo término: Polivia. Parece mentira, tan actualizado para unas cosas y que no conociera esa palabra.
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Ahí me tenéis, izquierda, primer planazo :) |
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Poco más que contar aparte de los grititos de emoción varios, el abrazo colectivo de emoción liberada en medio de la calle, con gente mirándonos pensando que estábamos locas, y la sonrisilla boba que a ninguna se nos ha borrado de la cara hasta hoy, cuando, oh, sorpresa! nos hemos visto en la tele y casi nos da un patatús. Hay momento video de la reacción pero no seré yo quien os lo enseñe, que mucho he hablado ya y aquí en estas tierras son las tantas de la mañana. Espero que no os hayáis aburrido demasiado, que no penséis que estoy loca... o al menos no más que antes, y que, sobre todo, os haya gustado el capi. A mí, sin duda, no se me va a olvidar nunca ;)